Teléfonos: 997912729 / 998989658
Email: informes@nuevosursac.com
Happiness is not something readymade. It comes from your own actions.
Estrategia y ejecución: Dos caras de la misma moneda
Sergio Álvarez Vásquez - Consultor especializado en aplicar gestión estratégica

La percepción de que las estrategias empresariales de largo plazo una vez formuladas de manera explícita en un Plan Estratégico, pueden ser incorporadas en el proceso de gestión ejecutándolas de manera rápida y con resultados casi automáticos, es errónea. La realidad y la experiencia demuestran que el proceso de ejecución no es nada fácil, mucho menos automático y no depende solamente de un buen seguimiento.
En diversos países del mundo, se formulan de manera explícita innumerables estrategias a través de Planes Estratégicos, tanto en el sector público como en el sector privado, pero se ejecutan de una manera muy limitada. Existen numerosos artículos y estudios que resaltan este problema (Ver, por ejemplo, el artículo publicado en Harvard Business Review: “Why Strategy Execution Unravels—and What to Do About It”), solo se ejecutan un bajo porcentaje de las estrategias formuladas).
En mi larga experiencia como consultor apoyando en la elaboración y ejecución de planes estratégicos, he podido observar que gran parte de los problemas de ejecución radican en la falta de adecuadas herramientas metodológicas y de políticas bien definidas de gestión que faciliten su ejecución de manera integral y exitosa.
Es necesario destacar que para el proceso de formulación de planes estratégicos se cuenta con metodologías y enfoques que han sido desarrollados, discutidos y difundidos a nivel académico y aplicado durante el proceso de formulación en muchos lugares y con diferentes tipos de empresas.
Entonces, el verdadero problema no se encuentra en la formulación de las estrategias. Se encuentra en su ejecución pues las formulaciones estratégicas servirán de muy poco durante el proceso de gestión empresarial. Yo diría que no está claro el concepto que la formulación de la estrategia y su ejecución deben ser vistos como “cara y sello” de una misma moneda, es decir forman parte de un solo concepto y deben estar enlazados de manera intrínseca. Al igual que en el campo militar, no se puede concebir una estrategia, sino cuenta de manera explícita con el proceso de ejecución que lo ponga en práctica y la validez; así la estrategia empresarial debería contar obligatoriamente con mecanismos y políticas que aseguren su ejecución exitosa.